¡El sexo es para todos! La movilidad limitada, la discapacidad, una afección médica crónica, la artritis o la rigidez de las articulaciones relacionada con la edad no tienen por qué impedirle a usted o a su pareja tener intimidad y placer sexual. El sexo es algo más que sexo con penetración; ese es sólo un tipo. Hay innumerables formas diferentes de disfrutar del placer sexual, en pareja o en solitario.
Así como los bastones, sillas de ruedas, barras de apoyo y otras ayudas para la movilidad ayudan a satisfacer la necesidad humana de independencia, las ayudas sexuales y los juguetes sexuales para personas con problemas de movilidad ayudan a satisfacer la necesidad de sexo y cercanía. Son más que una simple forma de darle vida a las cosas en el dormitorio. Son una forma de hacer que el sexo sea accesible y posible.
Las personas con discapacidad utilizan juguetes sexuales por las mismas razones que las personas sin discapacidad: por placer, experimentación sexual y salud sexual. Sin embargo, en algunos casos, las personas discapacitadas dependen de juguetes sexuales para superar sus desafíos físicos, mentales y emocionales.
Por ejemplo, quienes luchan contra la disfunción eréctil (DE) pueden usar anillos para el pene, bombas, masturbadores, vibradores y masajeadores de próstata para ayudarlos a lograr una erección o, al menos, con el placer sexual. Otro ejemplo son las mujeres que tienen dificultades para estirar la mano hacia abajo para estimular su clítoris y pueden usar vibradores de varita con mangos largos o vibradores manos libres para poder estimularse a sí mismas más fácilmente. Independientemente de la discapacidad o los motivos para usar juguetes sexuales, pueden ser una excelente manera de mejorar la experiencia sexual solo o con una pareja.

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